De camino para Málaga en la tarde noche del sábado, en los casi 300 kilómetros que hay desde Pozoblanco hasta Cártama, no dejaba de pensar en la delgada línea que separa un día de carreras y diversión en un día de luto y tristeza. No podía quitarme de la cabeza  a los familiares de los dos aficionados de Alcalá la Real que habían perdido la vida. No podía quitarme de la cabeza por los momentos tan difíciles que debían estar pasando  Curro Agüi e Ignacio Ramírez. Pensaba y mucho en el esfuerzo de la Escudería Sierra Morena por sacar su Rallyesprint adelante para que al final tanta ilusión y pasión por las carreras queden barridas en un instante por tanta desgracia. Son de esas cosas que tardarán en olvidarse, aunque en realidad, es algo que nunca deberíamos olvidar los aficionados y los que frecuentamos las cunetas. No entro a valorar los detalles y circunstancias que propiciaron el accidente, no estaba allí y por tanto hasta que se aclare lo sucedido no puedo ni debo comentar nada, pero hay una cosa que está muy clara, las carreras de coches también somos nosotros y por tanto somos nosotros los que tenemos que poner todo nuestros medios y sentido común cuando vayamos a ver carreras.

Antes de que empezara la carrera recorrí el tramo entero en busca de una curva para poder hacer lo que tanto me gusta, tirar fotos.  La impresión que me llevé era que el tramo estaba perfectamente montado, bien marcadas y encintadas las zonas peligrosas, escrupulosamente señalados los puntos de radio, etc… En definitiva el montaje del tramo era perfecto…. vuelvo a repetir…..PERFECTO. Evidentemente lo que no puede hacer el organizador es poner a un policía en cada curva del recorrido. Ahí es donde entra en juego esa cosa que no se ve ni es tangible y qué según dicen sólo tenemos los humanos: «el sentido común». Hay veces que ese sentido queda atrofiado y hasta que no ocurre un hecho como este no nos damos cuenta de los riesgos que comporta asistir a una carrera y es justo en ese momento cuando nos damos cuenta de los peligroso que puede llegar a ser, tanto, como para quitarte la vida.

Con situaciones como ésta, además, se alimentan las fauces de los carroñeros y algunos medios de «difamación» que le tiene cogida la matrícula a los rallyes, sobre todo Tele 5 (telebasura en estado puro) y Diario Público (incalificable) los cuales están muy preocupados por las 8 víctimas que en la última década han acontecido en accidentes similares en España. Según lees en las noticias los culpables son los coches, los pilotos y los organizadores. Abogan por la prohibición de los rallyes. Estos por prohibir que no quede. Cuando se enteren que en la última década han muerto 80 personas en España  alcanzadas por un rayo igual también encabezan las protestas para que se prohiba salir a la calle cuando haya tormentas (no sé que hará el gremio de paragüeros)

La seguridad en los rallyes ha avanzado muchísimo en los últimos años (al menos en Andalucía) pero sin el sentido común de los aficionados éstas no sirven de nada. Las famosas cintas rojas pueblan nuestros tramos por kilómetros.  Ya es difícil hacer una foto en la cual no salga alguna, pero también es verdad que no siempre son respetadas por los aficionados. Para algunos esa cinta roja no deja de ser un elemento molesto ,mobiliario urbano de las carreras pero nada mas, cómo las papeleras para otros.

Este accidente debe servir para que TODOS seamos menos valientes y «echaos pa´lante» y nos arrimemos menos. El que escribe también se ha colocado en lugares potencialmente peligrosos y  este desgraciado accidente, al menos a mi, me ha hecho despertar mi «sentido común». La ecuación es muy sencilla: si la gente está colocada en sitios seguros el número de víctimas será CERO y por tanto  la gran familia del automovilismo deportivo saldrá al completo, sin que falte nadie, de los tramos de disfrutar de lo que nos gusta.

Como decía una canción de Queen: «the show must go on» el espectáculo debe continuar. La vida sigue, las carreras también, pero en la próxima cita nos faltará  dos buenos aficionados…D.E.P.

No quiero terminar si mandarle a los pilotos, Curro e Ignacio, mi más sincero apoyo aunque sólo sea a través de este humilde blog.